Patxiku, como estaba acostumbrado
a la televisión,
bicicleta, patines y videojuegos,se aburría en el
siglo XVI y empezó a hacer CROAC y CROAC.
Con el ruido de Patxiku
al conde le vino un terrible dolor de cabeza y, desde la loma de su caballo,
ordenó a los niños:¡¡ Llevad a
esta célebre rana al Dragón de Mondragón!!